Técnica: Loza esmaltada con decoración de reflejo dorado y azul cobalto. Soporte original en hierro pintado.
Medidas: Altura: 135 cm. Altura con soporte: 177 cm. Contorno: 213 cm.
Procedencia: Fábrica Vicente Mora Osca, en la colección de la misma familia por descendencia hasta la actualidad.
Adquirido por el Museo Nacional de Cerámica González-Martí, Valencia (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte)
El Jarrón (o vaso) de la Alhambra, también llamado “de las Gacelas” fue elaborado en el siglo XV durante el reino Nazarí y es considerado una de las obras maestras de la cerámica universal. Conservado en el Museo de la Alhambra de Granada, fue sin duda un encargo real que destaca por su tamaño monumental y por incluir en su decoración las bellas gacelas que le dan el nombre, además de un amplio y rico repertorio de motivos ornamentales como atauriques, árboles de la vida o la franja epigráfica, en una compleja composición que combina dorado y azul cobalto.
Obra cumbre de la cerámica medieval, fue tal la admiración suscitada por el Jarrón de la Alhambra que una vez las manufacturas cerámicas valencianas volvieron a interesarse en producir masivamente reflejo metálico en la segunda mitad del siglo XIX, las más relevantes fábricas de Manises vieron en esta obra icónica un proyecto de reproducción ideal cuya réplica suponía un fuerte reclamo de imagen y prestigio para sus empresas. Por su enorme tamaño, el jarrón implicaba un difícil reto técnico de elaboración, tanto para la fase de torneado del barro y ensamblaje como para su manipulación, puesta en el horno, sus tres cocciones y el proceso de decoración pintada. De las más de 30 fábricas existentes en Manises en las últimas décadas del siglo XIX, tan sólo 3 o 4 producían piezas de reflejo metálico debido a los altos costes de producción; nuestro jarrón fue realizado por una de ellas, la fábrica Vicente Mora Osca, que lo firmó y fechó en 1877 o 1899 en el interior del cuello de la pieza. Dicha inscripción, desconocida en las últimas décadas por encontrarse tapada la boca del jarrón, proporciona una valiosa información en dos aspectos: confirma la autoría de la pieza, y al proceder directamente de los descendientes familiares de la fábrica, permite trazar su procedencia íntegra desde su realización, habiendo permanecido siempre y hasta hoy en la misma colección, un hecho significativo y poco usual.
Debido a su enorme éxito comercial, las réplicas del Jarrón de la Alhambra a escala reducida (entre 50 y 70 cm de altura) fueron numerosas, contrariamente a las reproducciones a tamaño real como la nuestra, muy escasas debido como hemos visto, a las grandes dificultades técnicas que implicaba su realización. La anotación “1ª” que figura en la inscripción significa posiblemente que se trata del primer ejemplar realizado por dicha fábrica, lo cual explicaría el interés en conservarlo en las dependencias de la fábrica y no venderlo mientras ésta estuviera en activo: por una razón simbólica, y por reclamo comercial, debido al prestigio que su presencia implicaba para las visitas de los clientes.
Agradecemos a José Pérez Camps su ayuda en la catalogación de esta pieza.
ESTADO DE CONSERVACIÓN: Estado de conservación excelente. Varios “pelos” superficiales. Falta una de las pequeñas costillas bajo el labio, perdida probablemente antes de la última cocción. Falta la base esférica de madera de una de las patas del soporte. La decoración de reflejo metálico presenta variedades de intensidad en el dibujo y el color según las zonas, debido al tamaño de la pieza y a las diferencias de temperatura del horno durante la tercera cocción.